lunes, 10 de agosto de 2015

ENTREVISTA A MONS. SCHENEIDER : MISA y FSSPX

“Actualmente es innegable que una parte considerable… no tienen la plena fe católica en la Presencia Real”
Es un verdadero honor ser fieles a la verdad de Dios y a las tradiciones espirituales y litúrgicas de nuestros ancestros y de los santos, y ser por tanto objeto de marginación por parte de los que actualmente ejercen el poder administrativo en la Iglesia…vosotros sois la verdadera periferia de la Iglesia”
no hay razones de peso para negar a los sacerdotes y fieles de la FSSPX reconocimiento canónico oficial”

Adelante la Fe ha tenido la oportunidad de entrevistar a Su Excelencia Mons. Athanasius Schneider, uno de los Obispos más entregados en la defensa de la verdad Católica y de la Misa Tradicional. Desde aquí agradecemos a Monseñor su deferencia con esta web.

Adelante la Fe:  Excmo. Señor, usted participó, como sacerdote secretario de la Comisión litúrgica de la Conferencia episcopal de Kazajistán, en el Sínodo de la Eucaristía en 2005. Su intervención se centró en los recuerdos de su infancia referente a la actitud ante la Sagrada Comunión, poniendo el ejemplo de dos sacerdotes, el beato y mártir Alexis Saritski y el padre Janis Pawlowski. ¿Qué recuerdo tiene de la iglesia de su infancia y de estos sacerdotes?

Mons. Schneider: Del beato Alexis Saritski tengo el testimonio de mis padres, que lo conocieron personalmente. Mi madre acostumbraba decirnos que en la vida no había conocido a un sacerdote más santo que el padre Alexis.  Mis padres señalaban con frecuencia sus buenas cualidades. Era muy afable y comprensivo, pero al mismo tiempo enseñaba sin transigencias la plena verdad de la ley de Dios. Estaba entregado de lleno a la salvación de las almas hasta el límite de sus fuerzas físicas (había días en que no había probado bocado por haber estado confesando sin parar). En sus homilías, el beato Alexis decía con frecuencia que debemos mantener la pureza de corazón y la fidelidad a la fe católica.  Al P. Janis Pawlowski lo conocí personalmente. Fue mi párroco en Estonia durante cuatro años. Con él me confesé por primera vez y recibí la Primera Comunión. Celebraba la Santa Misa con tanta devoción y reverencia que me dejó una impresión imborrable en el alma. Irradiaba santidad en todas sus palabras y gestos. Cuando, a los doce años, sentí la llamada del sacerdocio, me vino de pronto a la memoria el santo rostro de ese sacerdote. Verdaderamente era un hombre de Dios. Tuve la inmensa gracia de encontrarme con él en Riga (Letonia) después de no haberlo visto en veintisiete años. Él ya tenía 86, pero conservaba el mismo semblante espiritualmente joven y luminoso. Los tres días que pasé con él fueron una especie de ejercicio espiritual. Me ayudaba a ponerme las vestiduras para la Misa y me ayudaba durante la celebración con la sencillez y humildad de un monaguillo.

Adelante la Fe: Excmo. Señor, en su libro, Dominus est, editado por la Librería Editrice Vaticana en 2009, reflexiona sobre sus recuerdos de infancia bajo la persecución comunista, y sobre algunas observaciones históricas-litúrgicas acerca de la Sagrada Comunión. ¿De qué forma la Sagrada Comunión en la mano ha debilitado la fe en la presencia real de Nuestro Señor Jesucristo en la Eucaristía?

Mons. Schneider: Cuando mi familia salió de la Unión Soviética en 1973 y nos despedimos del P. Janis Pawlowski, nos hizo esta advertencia: “Cuando lleguen a Alemania, por lo que más quieran, no vayan a iglesias donde se dé la Sagrada Comunión en la mano”. Estas palabras nos dejaron helados; no podíamos imaginar que el Divino y más Santo Sacramento se pudiera recibir de una forma tan frívola. Actualmente es innegable que una parte considerable de los que reciben la Sagrada Comunión habitualmente en la mano, sobre todo los más jóvenes, que no han conocido la recepción de la Eucaristía de rodillas y en la lengua, no tienen la plena fe católica en la Presencia Real, porque exteriormente tratan a la Hostia consagrada del mismo modo que la comida de todos los días. El gesto externo minimalista tiene relación de causa con el debilitar o incluso la pérdida de la fe en la Presencia Real.

Adelante la Fe: Excmo. Señor, el 15 de enero de 2012 intervino en el 4º Encuentro por la Unidad católica en París, con la conferencia titulada: La Nueva evangelización y la Santa Liturgia. En esta importante conferencia habla usted de las cinco llagas del Cuerpo místico litúrgico de Cristo: el sacerdote mirando vuelto a los fieles, la Sagrada Comunión en la mano, las nuevas oraciones del Ofertorio, la desaparición del latín en las celebraciones litúrgicas y el ejercicio de los ministerios litúrgicos de lector y acólito por mujeres. ¿Cómo se han producido estas llagas? Y para que estas llagas sanaran y desaparecieran, ¿qué sería necesario en la Iglesia?

Mons. Schneider: Ninguna de esas heridas lítúrgicas puede encontrar apoyo, ni remotamente, en Sacrosanctum Concilium, la Constitución del Concilio Vaticano II sobre la Sagrada Liturgia. Se han introducido conforme a un plan concreto trazado por un reducido grupo de liturgistas que, fatalmente, ocupaban posiciones clave en la Curia romana durante el inmediato postconcilio. Con astucia y haciendo trampa, presentaron en algunos casos transformaciones radicales (excepto la práctica de comulgar en la mano) como si fueran la voluntad del Papa , y en otros como si fueran una decisión unánime de la Comisión de Reforma Litúrgica. Esas manipulaciones están documentadas, por ejemplo, en el libro del cardenal Fernando Antonelli The Development of the Liturgical Reform y en las memorias de Louis Bouyer. Ambos autores fueron miembros de la Comisión de Liturgia postconciliar, y son por tanto testigos de vista y de oídas de las mencionadas manipulaciones. Por alguna razón misteriosa, Dios ha permitido que las buenas intenciones de los padres del Concilio Vaticano II cayeran en manos de ideólogos litúrgicos impíos y revolucionarios. Pusieron la sagrada liturgia de la Santa Iglesia Romana en estado de cautiverio, en una especie de exilio de Aviñón. Para sanar estas llagas habría que tomar las siguientes medidas:  1) Estudiar a fondo la historia de la liturgia en lo que se refiere a las cinco llagas litúrgicas mencionadas. Ese estudio obligaría a reconocer con honestidad científica que las prácticas litúrgicas en cuestión jamás se dieron en la Iglesia universal; suponen una ruptura radical con la ley perenne de la oración (lex orandi), y por consiguiente una ruptura con la tradición apostólica. 2) Estudiar detenidamente el texto de Sacrosanctum Concilium y en particular de las actas de los debates conciliares sobre este tema a fin de conocer la verdadera intención de los padres conciliares (la mens patrum), teniendo en cuenta que la encíclica Mediator Dei debía ser la principal clave hermenéutica de Sacrosanctum Concilium. 3) Evitar en lo posible ciertas prácticas litúrgicas como recibir la comunión en la mano, celebrar de cara a los fieles, celebrar toda la liturgia en lengua vernácula y el empleo de mujeres y niñas como lectores y acolitos en la misa. Ninguna de estas prácticas es obligatoria. Sí lo son las oraciones del ofertorio moderno.  4) Pedir a la Santa Sede que promulgue un documento que garantice al celebrante la libertad para elegir entre el ofertorio moderno y el tradicional al celebrar la Santa Misa en la forma ordinaria; el mismo documento podría fomentar la celebración ad Dominum ad orientem y desaconsejar y limitar la recepción de la comunión en la mano. 5) Instruir mediante catequesis y homilías en el misterio inefable y divino de la Sagrada Eucaristía, en la teología perenne e inmutable de la sagrada liturgia católica, y en el significado espiritual de los detalles de los ritos. 6) Organizar conferencias y charlas litúrgico-científicas para seminaristas, clero y seglares a fin de enseñar los principios litúrgicos perennes y el carácter orgánico de la sagrada liturgia, así como para desbaratar los mitos litúrgicos modernos. 7) Difundir la celebración de la liturgia según la forma antigua y las enseñanzas del motu proprio Summorum Pontificum del S. S. Benedicto XVI.

Adelante la Fe: Excmo. Señor, en 2014 la Librería Editrice Vaticana vuelve a publicar un nuevo libro suyo: CORPUS CHRISTI. La Santa Comunione e il rinnovamento della Chiesa. Aquí vuelve a tomar con más profundidad el tema de la Sagrada Comunión. Concluye con una reflexión digna de tomar en consideración: la opción preferencial por el más pobre, el más inerme, Nuestro Señor Jesucristo en las especies eucarísticas. Ahora que tanto se habla de la opción por los pobres, los débiles, ¿por qué no caemos en la cuenta de la presencia del Pobre entre los pobres en la Sagrada Eucaristía? ¿Hasta qué punto podemos hablar de mentalidad protestante dentro de la Iglesia católica?


Mons. Schneider: Que Cristo, bajo las especies eucarísticas, haya llegado a ser hoy en día el más débil, vulnerable, indefenso y deshonrado en la Iglesia es un claro y lamentable síntoma de hasta qué punto se han deteriorado el amor y la fe plena en la Eucaristía y la Encarnación. Ciertamente, la esencia del protestantismo consiste en rechazar la plena verdad de la Encarnación con todas sus consecuencias: la visibilidad de la Iglesia, la vida de sacramentos, la realidad y grandeza de la Presencia Eucarística, las características encarnativas de la liturgia. La crisis actual de la Iglesia se manifiesta principalmente en estas dos actitudes: una espiritualidad gnóstica y un naturalismo horizontal, cuya raíz está en el antropocentrismo, el cual por su parte es un rasgo típico del protestantismo.

Adelante la Fe: Excmo. Señor, ¿cree usted que la Iglesia anterior al Concilio Vaticano II, era una Iglesia aislada de la realidad del mundo, llena de privilegios y encerrada en sí misma? ¿Fue acaso el Concilio Vaticano II un Concilio para una nueva Iglesia distinta de la recibida de la tradición?

Mons. Schneider: La época anterior al Concilio Vatican II, en particular después del Concilio del Trento, se caracterizó por una actividad misionera asombrosamente viva y dinámica, que se podría comparar en cierta medida por sus efectos con la época posterior a Pentecostés. Pensemos, por ejemplo, en la labor misionera de San Francisco Javier, sobre todo en la orden jesuita en su conjunto, la admirable obra misionera de diversas Congregaciones Religiosas en África y Asia durante los siglos XIX y XX. Por medio de su labor misionera, la Iglesia contribuyó decisivamente además a elevar el nivel cultural, científico y sociosanitario de muchas naciones. Antes del Concilio Vaticano II, el aporte realizado a las ciencias naturales a través de sacerdotes, por ejemplo Gregor Mendel en el campo de la genética y George Lemaitre en el de la astronomía y la física. Sacerdotes misioneros católicos escribieron las primeras gramáticas y confeccionaron los primeros alfabetos de los idiomas nativos de América, África y Asia. Asimismo, la contribución de la Iglesia fue decisiva para la abolición de la esclavitud (desde Paulo III y por Las Casas en el siglo XVI hasta León XIII y la princesa católica Isabel de Brasil en el siglo XIX). Con la encíclica Rerum novarum, León XIII estableció unas pautas universalmente reconocidas para el tratamiento justo de los trabajadores. En consecuencia, la Iglesia anterior al Concilio Vaticano II no estaba cerrada en sí misma ni aislada del mundo real. Ni S.S. Juan XXIII ni la inmensa mayoría de los padres del Concilio tenían por objetivo crear una Iglesia diferente. Todos los documentos emitidos por Juan XXIII, los documentos preparatorios del Concilio (schemata) y las actas del propio Concilio lo demuestran con creces. La verdadera relación de la Iglesia con el mundo real o la sociedad temporal siempre ha tenido lugar conforme al principio teológico gratia supponit naturam, es decir, la gracia (la Iglesia) presupone la naturaleza (el mundo), y lo purifica, eleva y perfecciona. Si la Iglesia deja de influir, o no lo hace en medida suficiente, en el mundo y sus realidades mediante los dones sobrenaturales (la gracia, la luz de la verdad divina) y por el contrario se ocupa principalmente de asuntos naturales y realidades temporales (v.g. justicia social, ecología), entonces se cierra en sí misma y priva al mundo de la dimensión eterna, del cielo. Que la actividad principal de buena parte de la estructura oficial de la Iglesia Católica (asociaciones, comisiones, etc.) se aísle de lo sobrenatural, del Cielo, para sumergirse en lo temporal y horizontal, es el problema central de la crisis de la Iglesia.

Adelante la Fe: Excmo. Señor, ¿cómo valora el Motu Proprio Summorum Pontificum de S.S. Benedicto XVI? ¿Por qué cree que su aplicación está tan obstaculizada?
Mons. Schneider: El motu proprio Summorum Pontificum es un acto del Magisterio Supremo que reviste unas dimensiones históricas. Era imprescindible. Corresponde a la naturaleza misma de la Iglesia transmitir íntegramente y sin fisuras a las generaciones venideras los tesoros de la fe (lex credendi) y de la liturgia (lex orandi). Una ruptura evidente en la expresión pública de la fe y la liturgia contradice la organicidad de la naturaleza eclesial, porque la Iglesia es un organismo (Cuerpo de Cristo, vid, huerto de Dios) vivo, no una máquina. Los obstáculos interpuestos a la puesta en práctica de Summorum Pontificum tienen su raíz en que un sector considerable del clero no se lleva bien con el principio de tradición orgánica y manifiesta un espíritu rupturista hacia el legado litúrgico de la Iglesia. Y otro motivo de la resistencia y aversión a Summorum Pontificum es la falta de autocrítica con relación a algunos defectos obvios de las reformas litúrgicas postconciliares.

Adelante la Fe: Excmo. Señor, ¿puede transmitirnos sus sentimientos cuando oficia el Santo Sacrificio de la Misa según la Forma extraordinaria?

Mons. Schneider: Cuando oficio el Santo Sacrificio de la Misa en su Forma Extraordinaria o, para decirlo con más precisión, en la Forma Tradicional, tengo una conciencia saludable y beneficiosa de que no soy amo y señor de los sagrados ritos, sino un servidor que cumple la voluntad y los mandamientos de la Iglesia, de la Esposa de Cristo, rezando con las fórmulas y acciones que lo han hecho generaciones de católicos durante más de un milenio. Soy consciente de que aun en los más mínimos detalles estoy realizando algo que no es puramente humano y temporal, sino eterno y celestial. De que estoy celebrando el supremo acto de adoración a la inefable majestad del Dios Trino, que con su misericordia nos colma de gracia redentora.



Adelante la Fe: Excmo. Señor, ¿qué factores han propiciado que estemos inmersos en la actualidad en una crisis de fe, cuestionándose aspectos que jamás se pensó que se pudieran cuestionar por la propia jerarquía de la Iglesia? ¿Está en crisis la propia identidad católica?

Las raíces más hondas de la crisis de fe están en el antropocentrismo y el naturalismo, que se manifiestan en la actitud de ver y juzgar la verdad de la revelación y el culto divinos mediante criterios predominantemente racionalistas y totalmente humanistas y tomando como referencia la mudable historia del hombre. Una actitud así desemboca en el relativismo dogmático, moral y litúrgico, y a la larga a una grave deficiencia de fe que raya en la apostasía y el paganismo.
Las palabras de nuestro Divino Salvador se refieren en primer lugar a todos los discípulos de Cristo, y de manera especial a la actual crisis de la Iglesia: “Cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrará fe en la tierra?” (S. Lucas 18,8).
Adelante la Fe: Excmo. Señor, ¿podría decir unas palabras de aliento a los sacerdotes, que fieles a la tradición de la Iglesia, están aislados y relegados en sus diócesis sin que se les de templos para oficiar la Santa Misa en su Forma extraordinaria, así como a los fieles que se les priva de la Santa Misa tradicional?

Mons. Schneider: A esos sacerdotes, seminaristas, jóvenes y familias me gustaría decirles: “Es un verdadero honor ser fieles a la verdad de Dios y a las tradiciones espirituales y litúrgicas de nuestros ancestros y de los santos, y ser por tanto objeto de marginación por parte de los que actualmente ejercen el poder administrativo en la Iglesia. Esta fidelidad y ánimo vuestro constituye el verdadero poder de la Iglesia. Vosotros sois la verdadera periferia de la Iglesia, que mediante el poder de Dios renueva a la Iglesia. Vivir la verdadera tradición del dogma, la liturgia y la santidad es una manifestación de la democracia de los Santos,  porque la tradición es la democracia de los Santos. Me gustaría decir con San Atanasio: Quienes se os oponen, os humillan y marginan en la Iglesia han ocupado los templos, mientras que vosotros estáis fuera. Ellos tienen ciertamente los templos, pero vosotros la fe de los apóstoles. Ellos afirman representar a la Iglesia; pero en realidad son los que se han expulsado de ella y están descarriados”.



Adelante la Fe: Excmo Señor. Recientemente ha visitado los Seminarios de la Fraternidad San Pío X en Estados Unidos y Francia (FSSPX-SSPX). Sabemos que es un encuentro “discreto”, pero ¿qué valoración puede darnos de lo que ha visto y hablado con ellos? ¿qué expectativas ve de una próxima reconciliación y cual sería el principal obstáculo para la misma?

Mons. Schneider: La Santa Sede me pidió que visitara los dos seminarios de la SSPX con el objeto de sostener un debate sobre un tema teológico concreto con un grupo de teólogos de dicha hermandad y con Su Excelencia el obispo Fellay. Esto me demuestra que para la Santa Sede la SSPX no es una realidad eclesiástica desdeñable, que es preciso tomarla en serio. Guardo muy buena impresión de mis visitas. Pude observar una sana realidad teológica, espiritual y humana en ambos seminarios. El espíritu de sentire cum ecclesia de la SSPX quedó manifiesto cuando me recibieron como enviado de la Santa Sede con verdadero respeto y mucha cordialidad. Es más, en ambos seminarios me alegró ver a la entrada la foto del papa Francisco, el Pontífice actualmente reinante. En las sacristías había placas con nombre de S.S. Francisco y del ordinario de la diócesis. Me conmovió el canto del rezo tradicional por el Papa (“Oremus pro pontifice nostro Francisco…”) durante la solemne exposición del Santísimo Sacramento. Que yo sepa, no hay razones de peso para negar a los sacerdotes y fieles de la SSPX reconocimiento canónico oficialsino que se los debe aceptar como son entretanto. Eso fue en realidad lo que solicitó el arzobispo Lefebvre a la Santa Sede: “Que nos acepten como somos”. A mí me parece que la cuestión del Concilio Vaticano II no se debe considerar condición sine qua non, ya que se trató de una asamblea con fines y características primariamente pastorales. Parte de las declaraciones conciliares refleja únicamente las circunstancias del momento y tuvo un valor temporal, como suele pasar con los documentos disciplinares y pastorales. Si nos fijamos en la perspectiva de los dos milenios de la historia de la Iglesia, podemos afirmar que por ambas partes (La Santa Sede y la SSPX) hay una sobrevaloración y sobreestimación de una realidad pastoral de la Iglesia que es el Concilio Vaticano II. El hecho de que la SSPX crea, celebre los ritos y lleve una vida moral como exigía y reconocía el Magisterio Supremo y como observó universalmente la Iglesia durante siglos, y si además reconoce la legitimidad del Papa y de los obispos diocesanos y rece públicamente por ellos, reconociendo también la validez de los sacramentos según la editio typica de los nuevos libros litúrgicos, debería bastar para reconocer canónicamente a la SSPX por parte de la Santa Sede. De lo contrario perderá obviamente credibilidad la tan manida apertura pastoral y ecuménica de la Iglesia de hoy, y un día la historia reprochará a las autoridades eclesiásticas actuales por haber impuesto más cargas que las necesarias (cf. Hechos 15:28), lo cual es contrario al método pastoral de los apóstoles.


[ Traducido por J.E.F. Traducción revisada y aprobada por Mons. Schneider]

[puede reproducirse total o parcialmente esta entrevista citando siempre la fuente original de adelantelafe.com]

COMENTARIOS : 

  1. «NO HAY NINGUNA CONTRADICCIÓN entre una y otra edición del Missale Romanum. En la historia de la Liturgia hay crecimiento y progreso pero NINGUNA RUPTURA. Lo que para las generaciones anteriores era sagrado también para nosotros permanece sagrado y grande y no puede ser de improviso totalmente prohibido o incluso perjudicial». Motu Propio de Benedicto XVI
    «Los fieles que piden la celebración en la forma extraordinaria no deben sostener o pertenecer de ninguna manera a grupos que se manifiesten contrarios a la VALIDEZ o LEGITIMIDAD de la Santa Misa o de los sacramentos celebrados en la FORMA ORDINARIA o al Romano Pontífice como Pastor Supremo de la Iglesia universal». Ecclesia Dei (Instrucción sobre la aplicación de la carta apostólica de Benedicto XVI)
    • También decía Benedicto XVI que la Liturgia tradicional y el Novus Ordo no son dos ritos distintos, sino dos formas de un mismo rito, lo cual no se traga nadie que tenga algún conocimiento de causa. Existen diferencias sustanciales.
      Benedicto XVI tuvo que hacer muchos equilibrios para liberar la celebración de la Misa tradicional en la Iglesia y aún así se sigue torpedeando.
  2. ¡El Señor y su santísima Madre protejan y guarden a éste valiente defensor de nuestra Fe Católica! Es siempre brillante en sus exposiciones y ofrece siempre un objetivo y certero diagnóstico de la crisis actual de la Iglesia y su liturgia.
    ¡Inmensas gracias, Mons. Athanasius Schneider, por ser hoy uno de los “muy selectos” verdaderos apóstoles de la Iglesia que nos confirma en la Fe Católica verdadera!
  3. «Se inaugura hoy la nueva forma de la Liturgia en todas las parroquias e iglesias del mundo y para todas las Misas en las que participa el pueblo. Es un gran acontecimiento que se recordará como principio de abundante vida espiritual y un compromiso nuevo para corresponder al gran diálogo entre Dios y el hombre». Beato Pablo VI (Homilía primera Santa Misa celebrada en italiano en toda la historia)
    • eduardo de buenos aires
      El humo de satanás entro en la Santa Iglesia “Beato Pablo VI”, y todavía sigue estando, le abrió la grieta al padre de la mentira el VII. Pero no por mucho tiempo mas, porque las puertas del infierno no prevalecerán.
    • La nueva liturgia fue un fiasco: vaciado apoteósico de las iglesias y aniquilamiento de seminarios, Patéticas palabras.
  4. Estas entrevistas son la que necesita nuestra alma para mantenernos firmes como rocas en la Tradición y en el Magisterio de la Santa Madre Iglesia. Señor, danos muchos Santos Obispos que sean para nosotros un referente, como Mons. Scheneider
  5. En horabuena! les felicito Adelante La Fe por tan buena entrevista, ya le extranabamos a Mons. Schneider. Agradecida a Dios por siempre guiarnos por buenos y santos pastores con olor a CRISTO! .Dios y la Virgen siempre los guarde!
  6. “Que nos acepten como somos”…: NO, SI AL FINAL ES DIOS EL QUE SE TIENE QUE AMOLDAR A NUESTROS CAPRICHOS
    “Que nos acepten como somos” eso lo dicen por poner unos ejemplos:
    La Fraternidad Sacerdotal San Pío X.
    La Unión Sacerdotal Marcel Lefebvre.
    Los de “Somos Iglesia”.
    Las asociaciones -colectivos, se dice ahora- de presbíteros católicos casados con señoras.
    Las asociaciones -colectivos- de presbíteros católicos casados con señores.
    Los presbíteros católicos pederastas -bueno, por el momento no se atreven a manifestarlo pero todo se andará-.
    Las feministas y radicales monjas estadounidenses.
    Los cientos de presbíteros y “teólogos” herejes.
    Las llamadas “iglesias de base”, de altura y de bajura.
    Y ya por último: Satanás también quiere que se le acepten como es.
    ¡SEÑOR, LO QUE NOS TIENES QUE AGUANTAR…!
  7. Una gran esperanza suscita en quienes somos marginados a causa de nuestra fidelidad a la Iglesia perenne un obispo santo como mons. Schneider! Sus palabras nos alientan para seguir adelante y no desfallecer ante tantos obstáculos que se nos presentan.
    Sí, nosotros somos una parte de esa periferia de la que tanto se habla últimamente. Esa periferia que no se quiere ver, con la cual no se quiere dialogar… También la FSSPX es periferia. Una periferia que reza por el Papa reinante (doy fe de ello tal como mons. Schneider ha dicho) con el canto del rezo tradicional por el Papa (“Oremus pro pontifice nostro Francisco…”) durante la solemne exposición del Santísimo Sacramento. Dios bendiga a este dignísimo servidor de Cristo!
  8. NO entiendo esa pregunta …
    Adelante la Fe: Excmo. Señor, ¿podría decir unas palabras de aliento a los sacerdotes, que fieles a la tradición de la Iglesia , están aislados y relegados en sus diócesis sin que se les de templos para oficiar la Santa Misa en su Forma extraordinaria , así como a los fieles que se les priva de la Santa Misa tradicional?
    • no la entiende porque no vive en Venezuela donde los sacerdotes “chéveres” nos privan del recogimiento y solemnidad que debe haber en una misa
  9. yo comencé a interesarme por la misa la tradicional (tengo 50 años, nací cuando el rito de pablo VI ya había sido impuesto en todas partes de Venezuela) cuando observe con terror como todos los sacerdotes convertían la misa en un montón de chistecitos, uno llego a decir q recibir la hostia en la lengua era como pretender q el sacerdote le diera de mamar un tetero, aquí en Venezuela no he logrado que nadie se interese por la misa tradicional ni como cultura general, pero lo que aterra es q a nadie le importe que el rito ordinario se celebre de la peor manera posible, tiene razón el entrevistador, la identidad católica en Venezuela se perdió
  10. Sinceramente Mons. Scheneider puede que sea un hombre santo, no lo se, pero lo que si salta a la vista es que es diplomático; una asignutura troncal de esta Iglesia y que al parecer todos los monseñores han aprobado con nota. Otra cosa es el Padre Galvez, ese si que los tien bien puestos… o tal vez ya no dependa de nadie más que del Señor, y se siente libre.
    • Amigo José, hombre, no busquemos tres pies al gato, esta es una entrevista muy valiente. Si usted quiere que proclame que hay que ir a Roma como en 1789 cortando cabezas y quemando los libros del VII evidentemente es diplomática, pero si tenemos un mínimo de sensatez hay que reconocer la valentía de este prelado. Dice cosas muy gordas.
      • Las palabras de nuestro Divino Salvador se refieren en primer lugar a todos los discípulos de Cristo, y de manera especial a la actual crisis de la Iglesia: “Cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrará fe en la tierra?” (S. Lucas 18,8).
        si esto no es diplomacia..?
        a la pregunta sobre la jerarquía eclesial, responsable maxima de la confusión y la crisis, responde de forma genérica: todos los discípulos y en especial a la crisis.
        Esto en mi tierra es nadar y guardar las ropas.
  11. excelente aporte. Saludos desde la parroquia San José de las Malvinas – Guayaquil Ecuador
  12. joana lopez celeiro
    Mons. Schneider, muchas gracias. Que Dios le bendiga y proteja
  13. Leticia Murillo
    Para todos los que dicen que la celebración de la misa Ordinaria y la Tradicional son iguales, están muy equivocados, ciertamente las dos son válidas, pero en la ordinaria se pensó en los hombres (vean ahora como pasan frente al Sagrario sin siquiera voltear, menos, hacer genuflexión), díganme si no es verdad la falta de respeto en todos sentidos (forma de vestir, hablando, volteando), la fe cada vez esta mas ausente, si a eso se le llama fe. Yo doy clases pre-bautismales y siempre les pregunto quienes van a misa, en un grupo de 18 a 20 personas, la respuesta es la misma de 0 a 3, y quienes creen que Jesús está en la Hostia Consagrada?, igual de 0 a 3 y esos son los padres y padrinos de los próximos católicos. En la Misa tradicional, Jesús es el centro, el único digno de adoración y eso provoca en la persona centrarse en El y al centrarse en el su vida se va transformando.
    Para los que critican de cobardes a los sacerdotes, cardenales, obispos, que nos se rebelan, les pregunto, ustedes (porque todos somos iglesia) en su parroquia han denunciado, han hablado con sus familias, amigos, o con los miembros de los grupos de su parroquia para denunciar lo que esta pasando?, o estamos escondidos atrás de un monitor?
    BRAVO Mons. Athanasius Schneider, estaré en oración por usted y por todos los que defienden la verdadera iglesia Catolica
  14. eduardo de buenos aires
    El que quiera tener una visión clara de la diferencia entre la misa Tradicional y Ordinaria, busquen en la web “Breve Examen Critico del Novus Ordo Missae”, de los Cardenales Ottaviani y Bacci. Un mensaje tan claro y preciso que el que no lo entiende es porque no hay peor sordo que el que no quiere oír.
  15. MONS. SCHNEIDER ESTÁ UD. EN LA VERDADERA IGLESIA O EN LA IGLESIA DE FRANCISCO?
    Con el criterio de San Atanasio ¿de qué lado está Ud. Monseñor?
    “…me alegró ver a la entrada la foto del papa Francisco, el Pontífice actualmente reinante. En las sacristías había placas con nombre de S.S. Francisco y del ordinario de la diócesis. Me conmovió el canto del rezo tradicional por el Papa (“Oremus pro pontifice nostro Francisco…”) durante la solemne exposición del Santísimo Sacramento”.
    Pero, pero ¿qué es esto? …el Pontífice actualmente reinante. Se alegró, se conmovió…
    ¿Disculpe, Mons. Schneider, Ud es o se hace? Esto podrá ser o parecer muy duro pero sus expresiones también lo son!!
    Mamma mía, a esta altura del partido qué más necesita ver UD. Monseñor?
    Qué ondulante es su hablar!!!
    Me gustó la cita de San Atanasio!!!
    Habla Ud. para todos, todos, todos, para conformar a todos, ….igual que Francisco!!!
    Estamos en el horno!!!
    • yo sólo hablé de diplomacia… pero Vd ha puesto el dedo en la llaga.
      Con dos cojones, así hablaba Jesús, que no era diplomatico, todo lo contrario… es que ya no se puede fiar uno de nadie, cómo diría mi abuela qepd. Le felicito Juan Manuel.
  16. Excelente entrevista! Resulta irónico que el entrevistado se llame Athanasius.
  17. José María Permuy
    Estimados responsables de Adelante la fe. Agradezco la magnífica labor apostólica que están realizando y muy particularmente la obtención y publicación de esta entrevista. No obstante, creo que ha debido haber un error en la biografía de Monseñor Schneider que ustedes publican, porque dicen: 1973, poco después de recibir su primera comunión en la mano del Beato Oleksa Zaryckyj, presbítero y mártir. Supongo y espero que es un error, y que habrán querido decir que recibió su primera comunión DE LA MANO DEL BEATO. Es importante aclarar y corregir la redacción, porque de lo contrario parece que se afirma que Monseñor Schneider recibió su primera comunión EN LA MANO, lo cual contradice lo que dice en la entrevista.
    Un cordial saludo en Cristo Rey.
  18. Carmen Martinez
    Hay que estar totalmente ciego para no ver en lo que se han convertido nuestras Iglesias católicas, al menos en España, y no se imaginan como me duele reconocerlo y decirlo pero si no lo dijera seria faltar a la verdad. Ya no son Iglesias sino salones sociales donde muchas personas hablan incluso durante la celebración del Santo Sacrificio de la Misa y también cuando está el Santísimo expuesto en la custodia, suenan los teléfonos móviles y atienden las llamadas como si estuvieran en la calle o en una cafetería, la forma de vestir sobre todo en verano por parte de la mayoría de las mujeres es vergonzosa y no digamos nada si hay celebraciones de bodas, bautizos o primeras comuniones pero lo que mas me duele es que se ignore el Sagrario pues son una minoría los que al pasar delante del mismo hacen una genuflexión o inclinación de cabeza y respecto a recibir la Comunión en la boca son muy poquitos, poquísimos, los que lo hacen, poco a poco se puso de moda por parte de la Jerarquía de la Iglesia Católica suprimir los comulgatorios y que los fieles pudieran recibir el Cuerpo de Cristo en la mano y desgraciadamente se ha convertido en una costumbre incluso entre personas mayores que no estaban acostumbradas a ello. El sentido de lo Sagrado tanto en lo referente a que el Templo es la Casa de Dios, como a QUIEN está en el Sagrario y a que cuando comulgamos recibimos al mismo Jesucristo con su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad, se ha perdido casi por completo, nos guste o no es una muy lamentable y triste realidad.
    Con tantas “facilidades”, con músicas durante la celebración de la Santa Misa impropias de un lugar Sagrado ¿se ha conseguido algo positivo? ¿por ejemplo, fomentar la fe entre la juventud y que esta participe en las celebraciones Eucarísticas?, NO, nuestras Iglesias los días festivos están vacías de personas jóvenes. Con tristeza pude comprobar hace relativamente poco tiempo como en Alemania, concretamente en Munich, un domingo de julio por la mañana la Iglesia estaba llena y con muchísimas personas jóvenes, el silencio era sepulcral solamente interrumpido por el rito de la liturgia, la vestimenta y compostura de los asistentes correcta y para mas sorpresa en cuanto empieza la Misa no dejan entrar a nadie hay una persona en la puerta que te lo impide. Y la tarde anterior en la preciosa (en español) Plaza de María, un sacerdote y bastantes fieles rezando con mucho recogimiento y devoción el Santo Rosario.
    Mis felicitaciones a Monseñor Schneider, soy una ferviente admiradora suya y hacen falta muchos prelados y sacerdotes como él, porque como decía nuestro Señor Jesucristo: “la mies es mucha, pero los obreros son pocos” así que recemos sin desfallecer al Dueño de la mies.
  19. José María Permuy
    Gracias a ustedes por corregir la errata involuntaria, que estoy difundiendo.
  20. Carmen Martinez
    Y a propósito de la Comunión en la boca y de rodillas. En la ciudad española donde yo resido hay dos Iglesias que tienen comulgatorio por lo que indistintamente suelo ir a una o a otra, pero tuve que ir a otra Iglesia (donde no hay comulgatorio) para participar en la Santa Misa que se celebraba por una persona que había fallecido recientemente y me quede la última para Comulgar pues tenia intención de arrodillarme en el suelo como he hecho otras veces y no quería molestar a nadie. Cuando me arrodille no ante al sacerdote como es lógico sino ante Dios ¿qué dirán que me dijo el sacerdote, por cierto de la Orden Franciscana?, QUE ME LEVANTASE, le contesté: “tengo devoción de recibir a Nuestro Señor de rodillas” y el sacerdote me dijo el siguiente disparate el cual copio literalmente: “¡Acaso tus rodillas son mas que Jesucristo!” y a continuación pero muy molesto me dio la Comunión de rodillas y en la boca. Cuando llegué a mi sitio me arrodillé en el banco y moralmente me derrumbe, me cubrí la cara con ambas manos y lloré como una nena pequeña. Debido a mi estado emocional no entre en la sacristía a pedirle explicaciones y a decirle que no podía negarme un derecho que yo tengo. Se lo comenté al sacerdote con el que me confieso pero sin decirle ni el nombre de la Iglesia ni ningún dato sobre el sacerdote aunque el me insistió en que tenia que decírselo pues el Obispo de la Diócesis debe de conocer estos hechos, yo le insistí en que no iba a decirle nada porque gracias a Dios hay dos Iglesias con comulgatorio en las que no tengo el mas mínimo problema y no me gusta perjudicar a nadie.
    • Siento muchísimo esta situación Carmen. A mí me pasó lo mismo en una iglesia en Madrid pero el vetusto sacerdote (de unos 76-80 años mínimo) se negó a darme la comunión estando de rodillas y además insultándome. Son tiranos anticristianos disfrazados.